Fuego Lento
Por Rosario Canabal
Los más de seis mil 800 asesinatos registrados el año pasado sustentan un estudio reciente dado a conocer por el Ejército estadounidense en el que establece que México es un Estado fallido por haber perdido el control del país a manos del narcotráfico.
Como toda respuesta, el gobierno federal a través de la secretaria de Relaciones Exteriores Patricia Espinoza intenta explicar que si bien la situación es grave, no afecta a todo el país, sino fundamentalmente a 6 de los 32 estados de la República: Baja California, Chihuahua, Sinaloa, Durango, Michoacán y Guerrero.
Argumentos como el de que la violencia no es generalizada, de que efectivamente hay ciertas plazas donde la violencia se ha exacerbado pero que se han detenido a algunos capos y debilitado sus organizaciones; o aquella de que no es la población civil la que está muriendo en México, son insuficientes por parciales.
En entrevista con corresponsales extranjeros realizada toda vez que se hizo público el reporte militar, la funcionaria optó como principal estrategia acusar al pasado por la condición que priva hoy en materia de seguridad. "Cuando el presidente Calderón llegó al Gobierno se encontró una situación de mucho deterioro. Ningún gobierno había hecho lo que estamos haciendo ahora. Se había optado por pactar, por tolerar, y las organizaciones criminales fueron obteniendo un mayor nivel de poder económico, mayor capacidad para corromper. Fueron adquiriendo mayor control de los espacios en el país”.
Explicaciones al margen, lo cierto es que para el Departamento de Defensa de Estados Unidos, México y Paquistán son los países del mundo en donde podría darse un “colapso rápido y repentino” que requeriría intervención militar.
Y como si hiciera falta, el mismo Tony Garza, embajador saliente de EU, declaró horas antes de dejar el cargo que al país le esperan días peores.
Si entendemos como Estado exitoso aquel donde las instituciones traducen su acciones en un continuo aumento en el bienestar de la población, en donde prevalece un íntegro Estado de Derecho y en donde el gobierno no puede violar la esfera privada, sino sólo para hacer que las leyes se cumplan, entonces tendremos que admitir que el Estado Mexicano ha fallado por estas y otras ausencias; es el fracaso en el proceso de desarrollo económico, lo que permite afirmar lo anterior y por lo que el caos ya asoma en las regiones.
En este contexto se circunscribe Tabasco, en donde ya también son cotidianas no solo las ejecuciones y secuestros atribuidas al crimen organizado sino igualmente y de manera diversa y reiterada los atropellos del gobierno y sus funcionarios a las leyes y a los ciudadanos.
La existencia de un bono de fatiga en plena crisis económica; la realización de suntuosos viajes al interior del país y al extranjero del gobernador y familiares con pago al erario para realizar actividades privadas; la celebración de pingües negocios a través de prestanombres; la contratación de socios y compadres; la cooptación de medios, diputados y dirigentes de partidos; la manipulación de procesos electorales; la persecución y el uso de la fuerza pública en contra de sus enemigos -que no adversarios- políticos entre otros, son las señales que por más que lo nieguen sus autoridades, demuestran que los hechos, el mexicano es un Estado fallido.
Tabasco es prueba fehaciente de ello.
1ª. PD. Hablando de corrupción, se acerca el Supertazón en donde habrá de jugar el equipo preferido de Juan Carlos Titino Huerta a quien Andrés Granier le pago un viaje recientemente a los Estados Unidos para que su vocero viera a sus acereros del alma. Lo que no sabe el mandatario es con quien se reunió allá, nada menos que con Floricel Medina, enemigo acérrimo.
Aquí la pruebas.
Disfrute usted.
Por Rosario Canabal
Los más de seis mil 800 asesinatos registrados el año pasado sustentan un estudio reciente dado a conocer por el Ejército estadounidense en el que establece que México es un Estado fallido por haber perdido el control del país a manos del narcotráfico.
Como toda respuesta, el gobierno federal a través de la secretaria de Relaciones Exteriores Patricia Espinoza intenta explicar que si bien la situación es grave, no afecta a todo el país, sino fundamentalmente a 6 de los 32 estados de la República: Baja California, Chihuahua, Sinaloa, Durango, Michoacán y Guerrero.
Argumentos como el de que la violencia no es generalizada, de que efectivamente hay ciertas plazas donde la violencia se ha exacerbado pero que se han detenido a algunos capos y debilitado sus organizaciones; o aquella de que no es la población civil la que está muriendo en México, son insuficientes por parciales.
En entrevista con corresponsales extranjeros realizada toda vez que se hizo público el reporte militar, la funcionaria optó como principal estrategia acusar al pasado por la condición que priva hoy en materia de seguridad. "Cuando el presidente Calderón llegó al Gobierno se encontró una situación de mucho deterioro. Ningún gobierno había hecho lo que estamos haciendo ahora. Se había optado por pactar, por tolerar, y las organizaciones criminales fueron obteniendo un mayor nivel de poder económico, mayor capacidad para corromper. Fueron adquiriendo mayor control de los espacios en el país”.
Explicaciones al margen, lo cierto es que para el Departamento de Defensa de Estados Unidos, México y Paquistán son los países del mundo en donde podría darse un “colapso rápido y repentino” que requeriría intervención militar.
Y como si hiciera falta, el mismo Tony Garza, embajador saliente de EU, declaró horas antes de dejar el cargo que al país le esperan días peores.
Si entendemos como Estado exitoso aquel donde las instituciones traducen su acciones en un continuo aumento en el bienestar de la población, en donde prevalece un íntegro Estado de Derecho y en donde el gobierno no puede violar la esfera privada, sino sólo para hacer que las leyes se cumplan, entonces tendremos que admitir que el Estado Mexicano ha fallado por estas y otras ausencias; es el fracaso en el proceso de desarrollo económico, lo que permite afirmar lo anterior y por lo que el caos ya asoma en las regiones.
En este contexto se circunscribe Tabasco, en donde ya también son cotidianas no solo las ejecuciones y secuestros atribuidas al crimen organizado sino igualmente y de manera diversa y reiterada los atropellos del gobierno y sus funcionarios a las leyes y a los ciudadanos.
La existencia de un bono de fatiga en plena crisis económica; la realización de suntuosos viajes al interior del país y al extranjero del gobernador y familiares con pago al erario para realizar actividades privadas; la celebración de pingües negocios a través de prestanombres; la contratación de socios y compadres; la cooptación de medios, diputados y dirigentes de partidos; la manipulación de procesos electorales; la persecución y el uso de la fuerza pública en contra de sus enemigos -que no adversarios- políticos entre otros, son las señales que por más que lo nieguen sus autoridades, demuestran que los hechos, el mexicano es un Estado fallido.
Tabasco es prueba fehaciente de ello.
1ª. PD. Hablando de corrupción, se acerca el Supertazón en donde habrá de jugar el equipo preferido de Juan Carlos Titino Huerta a quien Andrés Granier le pago un viaje recientemente a los Estados Unidos para que su vocero viera a sus acereros del alma. Lo que no sabe el mandatario es con quien se reunió allá, nada menos que con Floricel Medina, enemigo acérrimo.
Aquí la pruebas.
Disfrute usted.
No hay comentarios:
Publicar un comentario